Realidad virtual y medio ambiente
¿Será que el impacto de la realidad virtual es ciento por ciento positivo para el medio ambiente?
Los avances en la tecnología se encaminan al desarrollo. En un tiempo no muy lejano, por apuestas de recrear diversos contextos por medio de la realidad virtual (RV). Mucho se habla de construir espacios para la diversión o el trabajo, pero no mucho se divulga sobre apuestas para el medio ambiente a través de esta tecnología.
Sin embargo, según lo dicho por empresas que se encaminan a la construcción en masa de un mundo virtual, o, mejor dicho, del mundo metaverso, se recrearán diversos contextos cuyo realismo será lo más perfecto posible, y se supone que ayudaría a proteger el medio ambiente, porque la persona, a través de su avatar, podrá trasladarse a su lugar de interés, teletransportándose, lo que podría resultar en un respiro a la salud medioambiental del mundo “real”.
En el artículo on line “¿Cómo puede la realidad virtual ayudar al medio ambiente?”, se explica que a través de la realidad virtual se pueden cambiar formas de pensar, sacándole provecho porque las personas, que con su avatar percibirán cómo se encuentra el medio ambiente, tomarán conciencia del daño climático que sufre el planeta. El artículo también dice que este método puede dar resultados, a futuras campañas de cuido al medio ambiente, que sean de impacto positivo al planeta. Y es que “el poder percibir de forma virtual lo que es la agonía que sufren constantemente los animales puede generar que 9 de cada 10 personas estén dispuestas a realizar cambios en sus hábitos rutinarios” (Asgalanthus, 2021), lo que abonaría a que la realidad virtual, a través del contenido construido, concientice.
Por tanto, el fomento de estas conductas respetuosas al medio ambiente ya se ha puesto en marcha en otros países, teniendo auge durante los confinamientos a inicios de la pandemia, porque con el propósito de ayudar al sector turismo, en apoyo de la RV, se construyeron lugares turísticos que las personas podían visitar.
La opinión de Jeremy Bailenson, profesor de comunicación en la Universidad de Stanford (citado por Tworeality, 2021), es que “la realidad virtual puede dar a todo el mundo, independientemente de donde viva, el tipo de experiencia necesaria para generar la urgencia requerida para prevenir un desastre ambiental”.
Para evidenciar la capacidad de la realidad virtual y destacar el impacto de la contaminación en los océanos, Bailenson creó una experiencia en RV donde la persona entraba a formar parte de un arrecife de coral, mostrándole cómo la acidificación del mar, causada por la contaminación, iba degradando el arrecife causando que perdiera sus colores.
Bailenson ha brindado otras experiencias con la ayuda de la RV, por ejemplo, la de talar árboles, donde luego las personas tomaban conciencia de reducir el consumo de papel. Por lo tanto, “esta capacidad de la realidad virtual para influenciar los hábitos de la sociedad hacia un consumo más responsable y sostenible se debe a su capacidad para situar al usuario en el centro de la acción” (TwoReality, 2021).
Otras iniciativas, como la de concienciar sobre la reducción de alimentos cárnicos, también se han realizado (ejecutadas por TwoReality, empresa creadora de experiencias en RV), donde el avatar del usuario ingresaba en el torrente sanguíneo; la persona podía darse cuenta del impacto provocado por el excesivo consumo de proteínas animales.
A pesar de que el apoyo de la RV al medio ambiente no ha sido muy resonado, ya ha habido apuestas que dejan entrever que con un metaverso formalizado dentro de algunos años se podrán hacer grandes apuestas.
Sin embargo, un punto que no debe olvidarse es que, para que haya realidad virtual, se debe apoyar en hardware y software, puesto que su creación supone uso de energía, de petróleo, etc., que implica una emisión de dióxido de carbono inevitable, la cual se añadiría a la ya alta emisión de concentración de este gas en la atmosfera (El País, 2020).
El objetivo debería ser un ganar ganar para todos, incluido el medio ambiente, diseñando estrategias idóneas para aliviar el daño irreversible en lugar de seguir aumentándolo, porque, si no se cuida el medio ambiente, el planeta seguirá siendo víctima más aceleradamente de la escases de sus recursos.