Las sociedades ganarían si hubiera más mujeres líderes, ¿por qué?

La fuerza y el empoderamiento de la mujer, capitalizados en la dirección correcta, pueden aportar grandes beneficios a nuestras sociedades. El sector femenino ha sido protagonista de liderar empresas, instituciones, oenegés y hasta países. ¿Por qué las mujeres hacen que los grupos sean más inteligentes?
En el mundo ya hay muchas mujeres liderando empresas, instituciones, oenegés y hasta países, y muchas otras están estudiando una diversidad de carreras, incluyendo aquellas que eran exclusivas para hombres, lo que significa que muy pronto también estarán liderando puestos de trabajo que tradicionalmente habían sido ocupados por hombres. Las mujeres son la fuerza que impulsa el crecimiento de la economía mundial, y parece ser que no hay nada que las detenga.
Esa fuerza y el empoderamiento de la mujer, capitalizados en la dirección correcta, pueden aportar grandes beneficios a nuestras sociedades. Por naturaleza, la mujer es sensible y posee una gran inteligencia emocional, lo cual complementa muchas de las grandes cualidades de los hombres y contribuye positivamente al éxito de trabajos colaborativos o de grupo. Esto ha sido comprobado científicamente.
Un estudio llevado a cabo por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la Carnegie Mellon University (CMU), en el 2010, evidenció la existencia de la inteligencia colectiva (factor C) entre grupos de personas que cooperan para solucionar problemas. El estudio demostró que dicha inteligencia se extiende más allá de las habilidades cognitivas de cada uno de los miembros de un grupo. Lo más interesante es que la tendencia a cooperar efectivamente está relacionada con el número de mujeres en un grupo.
Según una publicación en el HuffPost de junio del 2017, que habla del estudio del MIT y de la Universidad Carnegie Mellon, para solucionar los grandes retos que enfrenta la humanidad y asegurarnos de que tenemos a los mejores grupos de personas solucionando los problemas más complejos del mundo, hay que involucrar a más mujeres.
La publicación menciona que el estudio arrojó dos resultados interesantes. Primero, estableció que el trabajo en grupo tiene una inteligencia colectiva (factor C). La mayoría de nosotros estamos familiarizados con la inteligencia individual, que describe la inteligencia que cada ser humano tiene mediante un amplio número de tareas cognitivas. Este es un hallazgo interesante, ya que hoy en día muchas tareas son realizadas por grupos de personas que trabajan individualmente, pero también de forma virtual.
Para optimizar el trabajo en grupo, necesitamos entender qué hace que los grupos sean más inteligentes. Y esto nos lleva al segundo resultado del estudio: cualquiera puede pensar que los grupos compuestos por la gente más inteligente tendrá los mejores resultados, pero no es así. Los investigadores encontraron que no hay una fuerte correlación entre el promedio de la inteligencia de los miembros de un grupo y la inteligencia colectiva de dicho grupo. También podría pensarse que el cociente intelectual (IQ) del grupo sería más alto si uno de sus miembros tiene un IQ particularmente alto, sin embargo, tampoco se encontró correlación entre la persona más inteligente del grupo y la inteligencia colectiva de este.
Lo que el estudio encontró fueron tres factores ligados a la inteligencia colectiva. El primero se relaciona a la sensibilidad social de los miembros del grupo medida por el test “Leyendo la mente a través de los ojos”. Este término se refiere a la habilidad que una persona tiene de entender el estado emocional de otros mediante ciertas expresiones verbales.
El segundo factor se refiere al número de veces que cada miembro del grupo toma la palabra. Los autores describen que aquellos grupos en los que muy pocos de sus miembros dominan la conversación tienen menos inteligencia colectiva que aquellos en los que todos participan.
El último factor está relacionado con el número de mujeres en el grupo: entre más mujeres tiene un grupo, más alto es el IQ de este. Los autores explican que el factor C está significativa y positivamente correlacionado con la proporción de mujeres en el grupo. Este hallazgo les sorprendió muchísimo, ya que no se esperaban que hubiese un factor de género implícito en la inteligencia colectiva de los grupos.
Entonces, ¿por qué las mujeres hacen que los grupos sean más inteligentes? Los autores sugieren que esto se puede deber a que las mujeres se comunican mejor, son socialmente más sensibles que los hombres; y se ha comprobado que la conexión entre la sensibilidad social y la inteligencia colectiva es estadísticamente significativa.
Otra posibilidad es que los hombres tienden a dominar las conversaciones más que las mujeres, y esto puede limitar la participación del resto del grupo. Hay muchísimos estudios que demuestran que las mujeres son interrumpidas más que los hombres durante reuniones de trabajo, y que, cuando los hombres interrumpen a las mujeres, usualmente es para manifestar su dominio y monopolizar las reuniones. Si la data presentada por el MIT y la CMU es correcta, no estamos maximizando la inteligencia colectiva de los grupos.
Es cierto que ya hay mujeres ocupando puestos importantes de liderazgo, y que más de la mitad de los estudiantes universitarios son mujeres. Lo que se necesita ahora es tener conciencia de que se debe de contar con una adecuada representación de mujeres líderes dentro de los grupos de trabajo, no para llenar cuotas ni para obedecer agendas feministas, sino porque, para tener el mejor IQ colectivo dentro de los grupos de trabajo, se debe de reconocer y promocionar a las mujeres tanto como a los hombres.
Recuerden, cuando hablamos de inteligencia, el pensamiento de un grupo es sin duda mucho más poderoso que la suma del pensamiento individual, y la inclusión de más mujeres lo hace aún más poderoso.
Carmen Irene Alas
Expresidenta Voces Vitales El Salvador
Revista Enlaces – Publicado en revista enlaces edición °52 septiembre 2019