Utec Verde: apostándole a la educación ambiental de los líderes empresariales del mañana.

“La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.” —Nelson Mandela
La educación ambiental se define como aquel proceso mediante el cual el ser humano adquiere valores, además de clarificar conceptos, y cuyo objetivo es desarrollar actitudes y capacidades necesarias para entender y apreciar las interrelaciones entre el hombre, su cultura y su entorno biofísico.
Lissette Canales de Ramírez
Decana de la Facultad de Ciencias Sociales Utec
La educación ambiental también incluye la formación de la persona, para que pueda participar en la toma de decisiones y en la formulación de un código de conducta relacionado con los temas relativos a la calidad ambiental. La educación ambiental es parte de la responsabilidad social empresarial, así como de la universitaria; de aquí que la teoría pareciera sugerir que si los profesionales que egresan de las universidades fueran conscientes de los impactos que sus operaciones ocasionan al medio ambiente, estos serían más prudentes y cuidadosos, evitando de esa manera acciones de impacto negativo al ambiente.
Ejemplos de algunos casos de impacto ambiental negativo, muy conocidos en el país, son el de Baterías Récord, el del abandono de varias toneladas de agroquímicos de la fábrica Quimagro; el caso de los barriles de toxafeno abandonados en San Miguel, donde funcionó una fábrica de Monsanto; o el caso del ingenio de La Magdalena, en el que hubo un derrame de varios miles de galones de melaza al río La Magdalena. ¿Quién fue el responsable? ¿Fue descuido o negligencia? ¿Fue ignorancia? ¿Falta de responsabilidad con el medio ambiente y la humanidad?
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la educación es más que esencial para el desarrollo sostenible; y para que esta prepare a la humanidad para el desarrollo sostenible no debe ser un programa o proyecto en particular, sino una filosofía, un paradigma, una cultura que haga un llamado a un aprendizaje a lo largo de toda la vida y que reconozca el hecho de que las necesidades educativas de las personas cambian durante el transcurso de sus vidas (www.unesco.org, 2016).
Hace décadas el foco de la educación probablemente estuvo en una de sus áreas dirigida a la mejora de procesos y la industrialización. Ahora quizás lo más necesario es educar para el uso óptimo y eficiente de los recursos; y sobre todo los naturales, esos que no son renovables y que se agotarán algún día, día en el que ya no estarán disponibles y constituirán una posible amenaza a la sobrevivencia de la generación en turno. La educación para el desarrollo sostenible (EDS) debiese, entonces, reunir algunas características que permitan garantizar la calidad de vida. Entre ellas, educar para procurar el bienestar de las cuatro dimensiones de la sostenibilidad: el medio ambiente, la sociedad, la cultura y la economía; utilizar variedad de técnicas pedagógicas que promuevan el aprendizaje participativo y el aprendizaje a lo largo de toda la vida; desarrollar la capacidad civil para tomar decisiones como la tolerancia social, la gestión de los recursos ambientales y una buena calidad de vida; y, sobre todo, debe ser interdisciplinaria. Esto, dado que ninguna disciplina puede apropiarse de la EDS solo para sí misma; todas las disciplinas pueden contribuir a la EDS (www.unesco.org, 2016).
Analizando la concepción de educación ambiental —la de la EDS— y haciéndose las siguientes preguntas: ¿cómo hacer un cambio que genere impacto positivo?, ¿qué hacer para despertar el interés de jóvenes universitarios en temas ambientales? es que en 2010 iniciaba la idea de crear “algo” dentro de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec) que pudiese motivar a los jóvenes universitarios a comprender la realidad ambiental actual. Con esto nació la iniciativa ambiental Utec Verde, que a la fecha se ha constituido en un programa de trabajo permanente que tiene como misión concientizar, formar competencias y desarrollar una cultura de respeto, protección y cuido por el medio ambiente, implementando soluciones a las necesidades ambientales, identificadas dentro de la Utec y en sus grupos de interés. El plan de trabajo anual del programa se concentra en cinco áreas clave: 1) prevención de la contaminación, 2) uso sostenible de los recursos naturales, 3) protección del medio ambiente y la diversidad, 4) mitigación y adaptación al cambio climático y 5) gestión ambiental.
A lo largo de estos seis años, el programa ha experimentado diversos cambios, dentro de los que se han venido realizando diferentes actividades. Entre estas, la creación de una cátedra ambiental y un vivero de plantas ornamentales y árboles (frutales y forestales). Este último es operado por estudiantes que participan activamente en el programa. Además, la realización de foros, conferencias, jornadas de limpieza en áreas naturales y públicas, y de capacitación para jóvenes en el manejo y disposición de desechos, entre otras. Los esfuerzos de esta institución educativa no solo se han visto reflejados hacia la sensibilización de la comunidad estudiantil, sino también hacia sus colaboradores.
Entre algunas de las acciones que han sido fruto del deseo por expresar un compromiso genuino con el medio ambiente están el cambio de luminarias convencionales a luminarias LED en el campus; en los baños se han instalado rótulos recordatorios para el buen uso del agua potable, así como en las oficinas para usar apropiadamente los aires acondicionados; algunos parqueos han sido diseñados para que el agua lluvia pueda permear el suelo y evitar así que esta se vaya de paso a las calles; las áreas verdes de las que dispone la institución son cuidadas con mucho esmero, para que puedan ser un espacio de relajación para sus visitantes, estudiantes y colaboradores. Se cuenta también con contenedores para la disposición de botellas plásticas y de papel, para su reciclaje. En los próximos días se espera concluir la instalación de algunas jardineras verticales con las que se espera dar un ambiente más armonioso con la naturaleza a nuestros recintos universitarios.
En concordancia con los objetivos de promover la cultura ambiental al interior de la Utec, desde 2013 se alinearon las áreas de trabajo del programa Utec Verde con los lineamientos sugeridos por la norma centroamericana IndicaRSE en materia ambiental. El desafío de la educación ambiental y para el desarrollo sostenible no es fácil; pero la Utec, a través de Utec Verde, está consciente de que cada paso que dé contribuirá a hacer la diferencia en la concientización ambiental de sus estudiantes, egresados y demás grupos de interés.
Para más información o deseos de vinculación con el programa, escriba a lissette.canales@utec.edu.sv o comuníquese al teléfono 2275-8941.